
.
En los últimos meses, la conversación pública en España ha vuelto a poner la vivienda en el centro de las preocupaciones. El acceso a un piso o una casa ya no es solo un reto financiero: se ha convertido en una de las mayores inquietudes sociales.
Un reciente informe refleja que la compraventa de viviendas alcanzó en julio un récord de 64.730 transacciones, con un incremento del 13,7% respecto al año anterior. Sin embargo, la mayoría de esas operaciones (un 93,1%) corresponden al mercado libre, dejando muy poco margen a la vivienda protegida.
El problema no es únicamente de precios, sino de déficit estructural en la construcción. El Banco de España calcula que cada año se necesitan al menos 100.000 viviendas adicionales para responder al crecimiento de hogares y la inmigración. Si sumamos este desfase desde 2022, hablamos de más de 500.000 viviendas acumuladas hasta 2024 que el mercado no logra absorber.
Este fenómeno explica el “lento retorno de las grúas”: la construcción vuelve, pero con demasiada lentitud para compensar la falta de oferta.
El papel de la innovación y la información
Aquí es donde iniciativas digitales como likol-souwwel.cat
cobran relevancia. Plataformas de análisis, intercambio de datos y conversación abierta permiten entender mejor las dinámicas del mercado inmobiliario, detectar desequilibrios y explorar soluciones sostenibles.
Mirando hacia adelante
El acceso a la vivienda seguirá siendo un reto durante los próximos años, especialmente en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga, donde se concentra más del 50% de la demanda. La clave estará en combinar políticas públicas efectivas, un sector privado dinámico y el apoyo de plataformas colaborativas como likol-souwwel.cat para generar un ecosistema donde el derecho a un hogar no sea una excepción, sino una norma.
Añadir comentario
Comentarios